LA CLAVE DE LA AUTO-OBSERVACIÓN
Trágica es la existencia de quien muere sin haber conocido el motivo de su existencia” –
La clave de la auto observación
“La Auto-Observación Íntima de sí mismo es un medio práctico para lograr una transformación radical”.
La luz de la Auto observación
“Evidentemente, toda observación de uno mismo permite que la luz penetre en la persona misma, en sus profundidades íntimas“.
La luz de la auto observación nos permite descubrir estos sentimientos falsos, intenciones secretas, deseos, miedos, vergüenzas, complejos, etc. que están detrás de lo que pensamos, sentimos y hacemos. Sólo así podremos conocer directa y fácticamente esos viejos patrones, hábitos y factores psicológicos que nos hacen personas mecánicas, predecibles, rutinarias.
“Entonces veremos todos estos pensamientos, emociones, deseos, pasiones, comedias privadas, dramas personales, mentiras elaboradas, discursos, morbosidades, lechos de placer, imágenes de lujuria, etc.”
Vivir el momento
Nunca podríamos despertar la conciencia si no fuéramos capaces de “vivir el momento”. Esto se refiere a un estado de conciencia muy diferente al estado de vigilia normal en el que realizamos nuestras tareas rutinarias. Cuando vivimos el momento, nos apropiamos de nuestros sentidos y activamos el máximo potencial cognitivo de nuestra conciencia. Así, tenemos una lucidez especial, una sabiduría profunda que va mucho más allá de la razón, para guiarnos de manera clara y definitiva en los asuntos prácticos de la vida.
“La conciencia nos da un conocimiento pleno de lo que uno ES, de dónde está, de lo que realmente sabe, de lo que ciertamente se ignora“.
En primer lugar, es necesario comprender que el instante, el momento presente, el aquí y el ahora es radicalmente diferente al tiempo. Recordemos que conocer es una especie de atención mecánica pasiva, y debemos aprender a utilizar la atención de forma intencionada, activa y consciente. Si queremos despertar nuestra conciencia a lo real, a lo que está sucediendo en el momento presente, necesitamos usar todo el potencial de nuestra conciencia. Y para ello, es necesario aprender a dividir la atención en tres partes.
Clave de sol: La práctica del despertar al instante
Existe una técnica que puede llevarnos al despertar de la conciencia: la clave de sol. Mientras que en la práctica de la auto-observación, llevamos nuestra atención hacia adentro y producimos una división interna entre el observador y lo observado, la práctica de la clave de sol expande el alcance de nuestra atención a otras áreas. El ejercicio de la clave de SOL conduce a dividir nuestra atención en tres partes: sujeto, objeto y lugar.
Sujeto:
Dondequiera que estemos situados, siempre debemos comenzar recordándonos a nosotros mismos. Es decir, llamar la atención sobre nosotros mismos y darnos cuenta de cómo nos sentimos. En esta etapa de la práctica, nuestra atención se centra en nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras actitudes y posturas, etc. Nunca te olvides de ti mismo. Es decir, esfuérzate por mantener un estado de alerta, una actitud de silencio interior ante lo que ocurre.
Objeto:
Al tener la atención en el sujeto, debemos al mismo tiempo prestar atención al objeto. Es decir, prestar atención a lo que estamos haciendo, a nuestra actividad. Si estamos caminando caminamos, si estamos cocinando cocinamos, sin que la mente nos lleve a otros lugares, a otras cosas y momentos.
Lugar:
Lo tercero es poner la atención sobre el entorno en el que nos encontramos. Observando minuciosamente todo lo que nos rodea: personas, objetos, muebles, cuadros, posición, etc. Este paso nos permitirá ubicarnos en relación con nuestro lugar, las personas y los eventos que nos rodean, sin estar demasiado atrapados en nuestro mundo interior, o en los detalles de nuestras ocupaciones. Esto se traduce en una percepción amplia, espacial, viva y dinámica del momento preciso en el que nos encontramos.
Cuando hacemos este ejercicio de forma natural, espontánea, sin olvidarnos nunca de nosotros mismos, logramos alcanzar un estado de conciencia plena, unida y profunda. Este es el despertar de la conciencia. Sin embargo, este estado suele durar muy poco, sobre todo cuando iniciamos la práctica, ya que nos identificamos fácilmente con algo. Y nos olvidamos de nosotros mismos. Por lo tanto, debe recordarse a sí mismo nuevamente y dividir su atención en tres partes. Paulatinamente se logrará tener mayor continuidad.
La vida intensamente vivida
Al vivir el momento intensa y clínicamente, observando todos los procesos de nuestra psicología, realmente comenzamos a saber quienes somos .
Percibimos la vanidad de nuestra autoimagen; la falsedad de nuestros conceptos; conocemos nuestras debilidades; nuestras contradicciones internas; nuestras divagaciones; miles de cosas que nos limitan, etc.
Para poder liberarnos de todo ello.
Necesitamos reconocer la condición en la que nos encontramos: la fragmentación de nuestra psicología; las múltiples contradicciones de nuestro yo psicológico y la mecanicidad de nuestro comportamiento, si queremos realmente cambiar.
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